Destacados, ESPECIAL ADOPCIONES XIII – Grupos de Apoyo a la Adopción – Intercambio con Tribuna de la Prensa Libre, Brasil
por Siro Darlan y Silvana do Monte,
Serie Especial: ADOPCIONES – Parte XIII.
Los grupos de apoyo a la adopción surgieron en Brasil, por iniciativa de algunas familias que pasaron por la experiencia de la adopción y decidieron compartir esta emoción con los pretendientes y adoptantes. Uno de los primeros grupos apareció en Niterói, por iniciativa de Bárbara Toledo y se llama Quintal de Ana.
Es recomendable que quienes estén pensando en la adopción busquen grupos de apoyo y verán que este intercambio de relaciones maternas y paternas es de gran valor. Aquí hay algunas direcciones para estos grupos:
Pasemos a los testimonios de los niños adoptados:
- LARISA
Cuando tenía cuatro años, descubrí que era adoptado, pero no fue hasta los 25 que entendí lo que realmente significaba. Por tratar racionalmente la adopción —ese mecanismo de decir bien resuelto, no guardar rencores y encontrar en este modelo de familia una forma más de ser familia— pensé que no había cuestiones emocionales a considerar. Error de lectura.
Todo cambió cuando conocí a Géssica durante una pasantía en Altamira (PA). Ella fue adoptada… Como yo. Vivió con sus padres adoptivos desde que era un bebé… Como yo. Ella era la más joven y tenía hermanos mucho mayores… Como yo. Y sentí una relación confusa entre la aceptación y el rechazo, el deseo de agradar y de tener mi propio espacio… Como yo. Más que eso, como yo, a veces se preguntaba por qué existía y si la gente era realmente digna de confianza. Por primera vez en mi vida tuve la sensación de ser realmente comprendida, sin reservas: ella sabía EXACTAMENTE de lo que estaba hablando. Hasta entonces, todas las charlas con otros adoptados, que eran muy pocos, consistían únicamente en “Ah, ¿tú también eres adoptado? Que bueno”. Fue a partir de este nuevo encuentro que comencé a considerar que varios aspectos de mi personalidad, que definía como consecuencia del acoso escolar y la timidez, podrían tener alguna relación con la adopción.
Para mi no tan sorpresa, todas estas emociones tenían mucho que ver con ser adoptivo.
Hablo del deseo de complacer, por ejemplo. Cuando eres biológico, anuncias la sangre como “garantía de fianza”. Cuando eres adoptado, sin embargo, hay una sombra, una posibilidad de abandono dando vueltas. El razonamiento “lógico” es, por tanto, buscar construir puntos en común y complacer constantemente, en una idea tóxica de que no se abandona lo que no se desagrada. El problema es que sostener no es práctico. Los ruidos en la comunicación, en cualquier ambiente, escolar, familiar, amoroso, están destinados a suceder. La sangre tampoco es garantía de afinidad o relaciones sanas, pero para algunos adoptados es difícil distinguir que las batallas familiares son como cualquier otra… No rupturas definitivas.
No comprender este punto deja a la persona sin saber poner límites ni reconocer el proceso de atravesar las dificultades. Sentir intensamente y culpabilizarse por no lograr una armonía permanente es una de las cosas que ha llegado a comprender que también sienten otros adoptados. El “hermano primo” del deseo de agradar es algo que en un principio parece muy diferente, pero viene del mismo fundamento que quiere ser amado. Eso es lo que yo llamo la “Prueba del Amor”, que consiste precisamente en poner los sentimientos del otro de diferentes formas, incluso violentas, todo para asegurarse de que no estará solo. “¿Ah, sí? ¿Me amas? Pero, ¿me seguirás amando? Tanto el deseo de agradar como las Pruebas de amor buscan lo mismo: una certeza, la garantía de que nunca volverás a caer solo —y eso es por cierto, es bueno recordarlo, nadie puede tenerlo en la vida.Un buen ejemplo de este comportamiento es el documental “Removed”, disponible en Youtube:
- LUANE ZERLOTTO
Hola
¿Todo bien?
Mi nombre es Luane, tengo 24 años (casi 25 jejeje), fui adoptada desde que era un bebé, los padres que me tuvieron eran vecinos de mis padres, así que desde que era pequeña, mis hijos ya sabían que yo sería ser de ellos!
Dr. Shirley Zwaan hizo mi adopción por mis padres, hasta el día de hoy la considero mucho, es un ángel en persona, la amo mucho! Ella siempre estuvo conmigo, siempre que la necesité estuvo ahí.
Me dieron y me dan, mucho amor, cariño y educación no tengo nada de que quejarme de ellos, desde pequeña siempre supe que era adoptada, siempre supe que no nací del vientre de mi madre, sino a mi no me importa porque yo recibí mucho amor, mucho cariño de mis padres, incluso parte de mi sueño es tener un estudio de masajes y tener hijos adoptados y poder repetir y transmitir la educación y el cariño y el amor que me dieron mis padres.
A mis 24 años perdí a mi hermano (sobrino, como nos criamos juntos, crecimos juntos, me considero más hermano que sobrino) que era mi brazo derecho, pero con su pérdida y el amor de mis padres , me dio ese empujón para hacer realidad uno de mis sueños…
Con todo, terminé la primaria, me enfoqué en la masoterapia que me encanta desde chiquita, siempre le daba masaje a mis 3 hermanos, siempre me gustó este pequeño, todos me decían que es un don, es un talento y realmente Elegí hacerlo mío En el futuro, con el apoyo de mis padres, tomé varios cursos para mejorar mis conocimientos, y hoy soy Masajista Terapeuta.
También conocí a mi esposo hace 5 años, donde nos casamos y hoy realicé parte de mi sueño, que era tener un estudio de masajes, casarme, y ahora lo único que falta es la adopción, pero con el tiempo sé que esto El sueño pronto se convertirá en este sueño también. ¡Se hará realidad, como los demás!
Gracias por todo y en especial por el Dr. Shirley porque sin ella no tendría a mis verdaderos padres.
- MAISA RIBEIRO
Mi nombre es Maiza Ribeiro, tengo 12 años y fui adoptada a los 9 junto con mi hermano que tenía 8 años.
Mi hermano y yo siempre hemos vivido separados, él con su madre biológica y yo con su abuela. Cuando íbamos al albergue, a mí me llevaron a uno ya él al otro. Mientras nos refugiábamos, nuestra abuela y nuestra madre se fueron al cielo. Estaba muy triste, pero hoy, con mis padres, me siento acogida y feliz.
Cuando comencé a acercarme en adopción, también pude conocer mejor a mi hermano y él a mí, ya que nunca habíamos vivido juntos. Sobre mis padres, al principio pensé que mi madre era aburrida, pero con el tiempo nos conocimos mejor y me empezó a gustar más y nos hicimos amigos.
Mi mamá dice que nos encontró en la búsqueda activa, pero ni siquiera sé qué es, pero sé que es algo bueno, porque hizo que nos encontráramos. Ahora somos una familia unida y la adopción es para mí la formación de una familia.
Mi papá es muy bueno. A veces jugamos al boxeo (la mayoría de las veces él gana jajaja), pero nos divertimos mucho y yo aprendo y mejoro cada día.
Mi familia es toda agradable. Tengo dos perros, Canela y Salomão y muchos otros animales que vienen a pasear en mi patio trasero. Estoy muy feliz y agradecida con Dios!
- MARIANA RIGOLÓN
Hablar de adopción para mí no es algo fluido y sin complicaciones, todo lo contrario, ya que crecí con este tema bien guardado y muy poco discutido. Ahora, a los 33, estoy empezando a “soltarme” más y hablar de sentimientos que estaban bien guardados en el fondo de un cajón interior.
Me adoptaron cuando tenía pocos días. Cuando llegué por mi madre, tenía unos dos meses y me trajeron del Sur de Brasil para el Nordeste. Nací en Ponta Grossa, en Paraná y vine a vivir a Salvador, Bahía, donde vivo hasta el día de hoy. Mi adopción ya estaba acordada y concertada desde el embarazo de mi madre biológica, por lo que cuando aún estaba fuera de la sala de maternidad, ella me la entregó, tal como estaba estipulado.
Fui adoptada por una viuda de 63 años que siempre soñó con la maternidad, lo cual no llegó de forma natural. El gran anhelo de mi madre siempre fue ejercer este deseo de madre, así que llegué en un momento muy importante para ella, que acababa de perder a un hermano muy querido por un devastador cáncer de pulmón. Ella se había retirado para cuidarlo, así que cuando llegué a su vida, ella estaba jubilada y pudo dedicarse de lleno a ese niño que se convertiría en parte de su vida, incluso como una forma de aliviar el dolor de esta pérdida.
Llegué por otro camino, en otra familia también, con una madre anciana, que me registró y me crió de manera solitaria, muy cariñosa, preocupada, aconsejadora e inteligente. Crecí en medio de libros y pinturas y teniendo mucho contacto con otras personas mayores, tal vez por eso le tengo un cariño y una paciencia enorme a la gente de la mejor edad, que convivía con esa niña y que siempre me trataba. con mucho amor.
El otro lado de esta historia son las constantes preocupaciones sobre mi madre debido a su edad. Hoy tiene 96 años y sigo preocupada y siempre pensando en su salud y bienestar, que ya ha pasado por varios retos en este ámbito. Recuerdo, desde que tengo memoria, rodear a mi madre de muchos cuidados, pronto me di cuenta de que ella no era como otras madres más jóvenes, y que, por lo tanto, tendría que cuidarla mucho.
Para otros, esa señora era mi abuela, hecho que muchas veces era inmediatamente negado por mí o por ella, quien muy enérgicamente corregía “¡Abuela no! ¡Soy su MADRE!”, pero otras veces, hasta me cansaba de corregir y lo dejaba pasar.
Lo que aprendí de mi familia biológica, el día que mi madre adoptiva decidió contarme sobre mi adopción, es que mi madre biológica me amamantó como a los 23 años y tuvo otro hijo que nació antes que yo. Siempre he tenido mucha curiosidad por saber cómo es ella y cómo es mi hermano, si tengo otros hermanos, si me parezco físicamente a ellos, si saben de mi existencia. También pienso en la figura paterna, si es alguien que sabía de este embarazo o que no tiene idea. Creo que son curiosidades inherentes a nuestra propia condición humana, de conocer nuestros orígenes y conocer nuestra historia pasada. Me hice algunas pruebas genéticas que me ayudaron a saber más sobre mí y mi ascendencia, pero eso no excluye el deseo de saber más sobre mi origen biológico. Yo tampoco he tenido éxito en mis búsquedas.
Como abogada y socia fundadora de Adotiva (Asociación Brasileña de Adoptados), creo que el Estado y la Justicia brasileños deben hacer todo lo posible para proteger a sus hijos de las adopciones irregulares e ilegales, del tráfico internacional de diversas formas y en diferentes áreas. La protección debe darse desde el embarazo, momento crucial en el que toda mujer embarazada debe ser informada sobre el parto legal y cómo se lleva a cabo este procedimiento. El acompañamiento de las familias que no deseen quedarse con sus hijos debe verse de cerca, sin prejuicios ni juicios, solo debe prevalecer la acogida, evitando así el abandono de bebés y entregas directas a personas que puedan tener malas intenciones.
Pienso también en la existencia de una base de datos genética, manejada por el Estado, que pueda conectar a las personas, acortar distancias, reducir el sufrimiento e incluso ayudar en problemas de salud.
La adopción tiene muchas facetas, muchas familias se encuentran en un estado de extrema desesperación al momento de llevar a cabo este acto de dar a luz a sus bebés, detrás de tal actitud se puede ver falta de planificación familiar, fallas en la educación sexual y en el uso y distribución de métodos anticonceptivos. , desempleo, miseria, hambre, pobreza, desigualdad, impotencia, desesperación y muchos otros adjetivos que pueden resumir la realidad de miles de brasileños y que conducen a actitudes que son, en la misma medida, extremas y urgentes.
Finalmente, resalto la importancia de haber conocido a otros niños adoptados y cómo esto fue transformador y alentador para mí, ya que compartimos las mismas experiencias, prejuicios, dificultades, dudas y cuestiones internas que nos pueden preocupar. Espero un mejor escenario en nuestro país, con menores índices de niños en espera de adopción, padres adoptivos más conscientes, veraces, más comprensivos, más pacientes y familias biológicas menos desiguales, menos empobrecidas, menos necesitadas de atención y apoyo del Estado brasileño.
Leia também:
Dia 11 estreia a série “Adoções”
ADOÇÕES I – Família Harrad Reis
ADOÇÕES II – Do direito à convivência familiar e comunitária
ADOÇÕES III – Obrigações de cuidado
ADOÇÕES IV – Condições para adoção
ADOÇÕES V – O processo de adoção
ADOÇÕES VI – Cadastro Nacional de Adoção
ADOÇÕES VII – Adoção no Brasil
ADOÇÕES VIII – Adoções Internacionais
ADOÇÕES IX – Adoção Internacional
ADOÇÕES XI – Os Grupos de Apoio à Adoção
ADOÇÕES XII – Prioridade absoluta
SIRO DARLAN – Editor y Director del Jornal Tribuna da Imprensa Livre; Juez de Segundo Grado del Tribunal de Justicia de Río de Janeiro (TJRJ); Maestría en Salud Pública, Justicia y Derechos Humanos en la ENSP; Posgrado en Derecho de la Comunicación Social en la Universidad de Coimbra (FDUC), Portugal; Rio Coordinador de la Asociación de Jueces por la Democracia; Consejero Efectivo de la Asociación Brasileña de Prensa; Socio meritorio del Clube de Regatas do Flamengo. Por buenas prácticas profesionales, en 2019, recibió el Premio en Defensa de la Libertad de Prensa, Movimiento Sindical y del Tercer Sector, una asociación entre el Jornal Tribuna da Imprensa Livre y la OAB-RJ. siro.darlan@tribunadaimprensaivre.com
SILVANA DO MONTE MOREIRA – Abogada, activista por la Adopción Legal, madre sin adjetivos. Presidenta de la Comisión de Derecho del Niño y del Adolescente de la OAB/RJ (2016/2018, 2019/2021), coordinadora de los Grupos de Apoyo a la Adopción Ana Gonzaga I y II, miembro fundadora de la Comisión de Derecho Homoafectivo de la OAB-RJ, Diputada por el estado de Río de Janeiro de la Associação Brasileira Criança Feliz, entre otras actividades que realiza. @silvanamonteadv
Destaques, ESPECIAL ADOÇÕES XIII – Grupos de Apoio á Adoção – por Siro Darlan e Silvana do Monte MAZOLA, 1 dia ago 0 12 min read 23985